Congelador Profundo
William Kemp odiaba a su esposa. Habían estado casados durante 20 años y estaba cansado de oír su molesta voz. Estaba harto de escuchar la critica y que ella lo menospreciara todos los días. Estaba harto de la forma en que ella le ordenaba como si él era un esclavo. William comenzó a pensar en deshacerse de su esposa de una vez por todas.
Lo había planeado todo perfectamente. Cuando su esposa llegó a casa esa noche, ella puso los alimentos en el refrigerador y le dijo algunos a su marido para que empezara a cocinar la cena. En lugar de ello, William le dijo que tenía una sorpresa para ella. El sabía que amaba sorpresas.
"Está en el sótano", dijo con una sonrisa.
"Está en el sótano", dijo con una sonrisa.
A medida que su esposa se dirigía escaleras abajo, hacia el sótano oscuro, William tomó un cuchillo de carnicero del cajón de la cocina y la siguió.
Unos minutos más tarde, él se limpiaba el sudor de la frente. Nunca pensó que cortar el cuerpo de una mujer sería duro. Había seis piezas en total - la cabeza, brazos, piernas y torso. Envolvió cuidadosamente cada pieza en papel de periódico y lo ató cuidadosamente con un trozo de cuerda.
Cuando termino, había seis paquetes ordenados a sus pies. William los recogió y los arrojó en el congelador. Luego, cerró la puerta y la aseguró con un candado. Después de limpiar el suelo del sótano, se fue al piso de arriba para lavar el cuchillo de carnicero en el fregadero de la cocina.
Recostado en su sillón, William dejó escapar un suspiro de alivio. Era libre. Si alguien le preguntaba, él les decía que su esposa había huido con otro hombre. Nadie sospecharía que ella estaba realmente en el congelador del sótano.
Empezó a quedarse dormido. La casa estaba tranquilo y silenciosa ... muy tranquila ... excepto por un sonido de alguna cosa chocando contra otra.William se acomodo y escuchó con atención. Algo estaba haciendo un ruido sordo y venia de las escaleras del sótano. El ruido se acerca cada vez más.
De repente, William se despertó. El sabía que había sido sólo un sueño, pero le parecía demasiado real. Su corazón latía con fuerza y el sudor goteaba por su cara. Abrió el cajón de la cocina y sacó el cuchillo de carnicero. Luego, regresó al sótano para verificar el congelador.
Se dio cuenta que seguía con el candado bien puesto. Estaba a punto de ir al piso de arriba cuando notó algo en el suelo. Un escalofrío le recorrió la espalda. Era una hoja de periódico con sangre.William abrió el congelador y miró dentro. Para su horror, se dio cuenta de que estaba vacío. Todos, los seis paquetes faltaban.
Mientras estaba allí de pie aturdido y en un silencio total, le pareció ver con el rabillo del ojo como algo se movía. Una sombra se escabulló por el suelo detrás de él. Se dio la vuelta, pero no había nada allí.
En ese momento, oyó un clic y las luces en el sótano se apagaron. Estaba sumido en la oscuridad. Entonces, oyó un crujido que se acercaba cada vez más, hasta que parecía venir de todos lados. Estaba rodeado por aquel sonido escalofriante.
William se acerco de espaldas contra la pared y comenzó tirar cuchilladas en al aire violentamente en la oscuridad, no podía ver nada. Todo lo que podia hacer era escuchar el horrible crujir del periódico.
Entonces, de repente, algo se deslizó entre sus piernas. Sentía dedos helados envolviendo su cuello. Intentó gritar, pero no podía hacerlo. Algo agarró el cuchillo de su mano y sintió como los dedos alrededor de su cuello se tensaban, ahogándolo hasta dejarlo inconsciente.
No fue hasta semanas después que la policía registró el sótano. Abrieron el congelador y en el interior, encontraron el cuerpo congelado sin vida de William que estaba rodeado de las partes del cuerpo desmembrado de su esposa.
Unos minutos más tarde, él se limpiaba el sudor de la frente. Nunca pensó que cortar el cuerpo de una mujer sería duro. Había seis piezas en total - la cabeza, brazos, piernas y torso. Envolvió cuidadosamente cada pieza en papel de periódico y lo ató cuidadosamente con un trozo de cuerda.
Cuando termino, había seis paquetes ordenados a sus pies. William los recogió y los arrojó en el congelador. Luego, cerró la puerta y la aseguró con un candado. Después de limpiar el suelo del sótano, se fue al piso de arriba para lavar el cuchillo de carnicero en el fregadero de la cocina.
Recostado en su sillón, William dejó escapar un suspiro de alivio. Era libre. Si alguien le preguntaba, él les decía que su esposa había huido con otro hombre. Nadie sospecharía que ella estaba realmente en el congelador del sótano.
Empezó a quedarse dormido. La casa estaba tranquilo y silenciosa ... muy tranquila ... excepto por un sonido de alguna cosa chocando contra otra.William se acomodo y escuchó con atención. Algo estaba haciendo un ruido sordo y venia de las escaleras del sótano. El ruido se acerca cada vez más.
De repente, William se despertó. El sabía que había sido sólo un sueño, pero le parecía demasiado real. Su corazón latía con fuerza y el sudor goteaba por su cara. Abrió el cajón de la cocina y sacó el cuchillo de carnicero. Luego, regresó al sótano para verificar el congelador.
Se dio cuenta que seguía con el candado bien puesto. Estaba a punto de ir al piso de arriba cuando notó algo en el suelo. Un escalofrío le recorrió la espalda. Era una hoja de periódico con sangre.William abrió el congelador y miró dentro. Para su horror, se dio cuenta de que estaba vacío. Todos, los seis paquetes faltaban.
Mientras estaba allí de pie aturdido y en un silencio total, le pareció ver con el rabillo del ojo como algo se movía. Una sombra se escabulló por el suelo detrás de él. Se dio la vuelta, pero no había nada allí.
En ese momento, oyó un clic y las luces en el sótano se apagaron. Estaba sumido en la oscuridad. Entonces, oyó un crujido que se acercaba cada vez más, hasta que parecía venir de todos lados. Estaba rodeado por aquel sonido escalofriante.
William se acerco de espaldas contra la pared y comenzó tirar cuchilladas en al aire violentamente en la oscuridad, no podía ver nada. Todo lo que podia hacer era escuchar el horrible crujir del periódico.
Entonces, de repente, algo se deslizó entre sus piernas. Sentía dedos helados envolviendo su cuello. Intentó gritar, pero no podía hacerlo. Algo agarró el cuchillo de su mano y sintió como los dedos alrededor de su cuello se tensaban, ahogándolo hasta dejarlo inconsciente.
No fue hasta semanas después que la policía registró el sótano. Abrieron el congelador y en el interior, encontraron el cuerpo congelado sin vida de William que estaba rodeado de las partes del cuerpo desmembrado de su esposa.
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